El lechón a la parrilla o tambien conocido como cerdo a la parrilla es una de las recetas mas deliciosas que se pueden hacer del asado argentino. Si se prepara de la forma adecuada puede resultar siendo un plato exquisito. Es cierto que el asador debe estar unas 4 horas prestando atención a las brasas, pero merece la pena. Por eso te traemos esta recetapara preparar lechón a la parrilla de forma deliciosa.
¿Cómo elegir un lechón o cerdo para hacer a la parrilla?
Lo primero que debemos hacer es elegir el lechón que vamos a cocinar. Para que nuestro lechón a la parrilla sea lo más delicioso posible, debemos elegir un animal blanco y robusto, que se vea limpio y fresco. Su peso ronda los 8 a 10 kg, aunque el tamaño del lechón dependerá de la cantidad de personas que acudan a nuestro asado. Para saber la cantidad que debemos comprar podemos calcular más o menos un kilo por cada comensal.
Te mostramos como preparar lechón a la parrilla tierno, jugoso y sabroso. El lechón a la parrilla es un plato que disfrutan tanto grandes como pequeños. Sin duda existen muchas formas en las cuales se puede cocinar el lechón, pero existe una que es la más deliciosa si se prepara adecuadamente.
Cerdo a la parrilla
Ingredientes
- 8 a 10 kg de lechón
- 150 cc. de Aceite de maíz
- 2 dientes de ajo picado finísimo
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 cucharada de pimentón dulce o picante
- 1 cucharadita de sal fina
Elaboración paso a paso
Como hacer adobo para lechón a la parrilla
- Es práctica generalizada, adobar el lechón con al menos unas doce horas de anticipación.
Preparar el lechón
- Contrariamente a lo que se hace con cabritos y corderos, el lechón se acomoda en la parrilla con la parte del cuero mirando hacia el fuego, que debe ser muy moderado.
- Para que quede bien chato y no se encorve durante la cocción se suelen romper las coyunturas traseras y delanteras.
- Con la pieza distanciada de la brasa, la cocción debe ser lenta y constante. Se calcula unas dos horas de cada lado.
- La carne ha de separase con facilidad de los huesos y debe estar bien sequita, sin grasa, solamente dorada, con un cuerito crocante pero no quemado.